domingo, 23 de octubre de 2022

Y fueron felices para siempre.

 


Sí, ya sé que se ha dicho en multitud de ocasiones, pero estamos ante una de las mejores historias de Batman ...la mejor historia de Catwoman que se ha escrito hasta la fecha.

No es una historia sobre Batman, que lo es. No es una historia sobre el Joker, que también lo es. "Tampoco" es una historia en la que hay un misterio de fondo que haya que resolver. Es la historia turbulenta de la relación sentimental entre La Gata y El Caballero Oscuro.

¿Qué impulsa a la ladrona de joyas fetichista más famosa  de Gotham a emprender una relación así?  Máxime con el hombre responsable de que haya dado tantas veces con sus huesos tras las rejas .

¿Cómo se ve envuelto en ella alguien atormentado por los múltiples traumas de su vida , cuya única razón de existencia resulta ser una enfermiza cruzada contra el crimen? Alguien que parece incapaz de mostrar un resquicio por el que colarse en una armadura reforzada de kevlar  por miedo a que puedan atravesarle el corazón, esta vez de forma definitiva.

Y, sobre todo, ¿cómo aceptar que la persona de la que estás enamorado parezca tener una relación de "amistad" con el psicópata homicida más perverso que ha hoyado el planeta?

La increíble capacidad de análisis de Tom King, así como su conocimiento exhaustivo de los personajes y de la mitología del Hombre Murciélago   son las claves de un relato que con el tiempo llamaremos clásico. 

Acompañado por el magistral dibujo de Clay Mann y Liam Sharp, y utilizando como punto de partida los primeros meses en condición de viuda de Selina Kyle, el guionista plantea como detonante para explicar esta complicada relación sentimental,  el ajuste de cuentas entre La Gata El Payaso Asesino. Por medio, encontraremos otros personajes como  El Fantasma, el comisario DicK Grayson y Helena, la hija futura que tendría con Bruce,  para terminar de aderezar este suculento plato digno de los paladares más exigentes de la cocina del Cruzado de la Capa. Pasen y sírvanse a discreción. Les garantizo que no olvidarán cada uno de los bocados de esta delicatessen. 


domingo, 25 de septiembre de 2022

El Diablo y el señor Twain.


 Como soy amigo de cumplir con la palabra empeñada, y para que koldo y Mikel no acaben pensando que no me gustó su obra, obra que por otra parte, como toda buena creación artística viene impregnada de un pedacito de sus almas, retomo tras demasiados años este blog para expresar mi opinión sobre la misma.

Vaya por delante que, pese a que intentaré ser objetivo en mis comentarios, guionista y dibujante son personas a las que tengo gran aprecio porque, si ya de por sí cualquiera que tenga el valor amor de dedicar su tiempo y esfuerzo al arte en cualquiera de sus formas, y en particular a ésta, ya me merece un respeto, a ambos tengo la satisfacción de poder llamarlos amigos.

El Diablo y el Sr. Twain es una obra concebida, ejecutada y editada desde el máximo cariño. Sin ni tan siquiera leer una palabra más allá de su título y el nombre de sus autores, percibes como el estilo de dibujo elegido, el color, la tipografía, el tacto del papel o la tinta metálica de su cubierta, van a acompañar de manera armoniosa la historia que acabarás descubriendo una vez te sumerges en su lectura. Lectura ampliamente documentada y cuidadosamente construida   para disfrute de los que decidimos apostar por ella. 

Koldo Azpitarte estructura la historia en doce capítulos que, aunque podrían ser disfrutados de forma independiente, cobran pleno significado una vez te dejas conducir por ellos hasta su singular conclusión. Arrancando de una figura conocida como es la del escritor considerado creador de la literatura estadounidense, según William Faulkner, aprovecha para sumergirnos en sus tormentos personales y tomarlo como pretexto también para una reflexión del concepto de "lo malvado". Koldo lo sabe adornar introduciendo en la historia la presencia de otras personalidades coetáneas a Samuel L. Clemens (Mark Twain) como son Nikola Tesla, Bram Stoker o Sigmund Freud .

Pero para mí, la clave del relato, en lo que a su calidad se refiere, reside en dotarlo de elementos oníricos para su conducción, que extraen de nuestro recuerdo otras lecturas agradecidas como The Sandman, la obra cumbre del genial escritor británico Neil Gaiman. Meticuloso, aplicado y escrupuloso a la hora de ordenar de la mejor manera posible los elementos que constituyen la narración, Koldo consigue hacernos partícipes del viaje físico y emocional de su protagonista.

En la parte gráfica, además de lo ya sugerido al destacar su color, dado que la elección de la paleta de colores se me antoja clave en el disfrute estético de la obra, Mikel Bao se enfrenta al difícil reto de dibujar una historia donde se suceden múltiples escenas de tertulia entre los diferentes personajes. Lograr plasmarlas una tras otra sin que resulte repetitivo ni se resienta el ritmo visual del conjunto es un mérito exclusivo de su dibujante. Mikel, como buen profesional del medio, pone todo su talento al servicio de la narración. No sucumbe a la tentación de complicar visualmente el desarrollo de una escena para buscar un innecesario lucimiento personal, basado en la elección de complicados puntos de vista o perspectivas. Sabe mantenerse sobrio en la disposición de viñetas por página y sólo exponerse a otras distribuciones cuando el relato así lo exige. La simplificación ex profeso de detalles anatómicos y de decorado termina de optimizar el resultado  plástico de esta  novela gráfica. 

En definitiva Koldo, Mikel, que me ha gustado. Espero que sigáis estando lo suficientemente locos como para regalarnos otra vez parte de vuestro tiempo y esfuerzo en forma de una obra tan maravillosa como El Diablo y el señor Twain.

lunes, 15 de abril de 2019

SMART GIRL: CHICO LISTO, CHICA LISTA.




Pues muy bien, d. Fernando. Ha hecho usted un gran cómic.

¿Qué pasa cuando metemos en una coctelera lo mejor del universo Cyberpunk, Alita, Ghost in the Shell y Akira? Que tenemos los ingredientes necesarios para crear toda una saga futurista de ésas que no dejan a nadie indiferente. 

Pero sólo con buenos ingredientes no basta. Necesitamos un barman experto que sepa encontrar la proporción adecuada y que, con oficio, sepa preparar el cóctel de tus sueños. Y ese barman no es otro que Fernando Dagnino. 

Dibujante  solvente que explota en ésta, posiblemente su mejor obra hasta el momento, sus puntos fuertes en el aspecto gráfico, y que se descubre también como un guionista a tener en cuenta de aquí en adelante. 

La elección de llevar a cabo la obra en blanco y negro, consigue, en mi opinión, varias cosas importantes. Por una parte, capta la atención por inusual; parecería lógico en un principio haber apostado por el color, dado su estilo de dibujo marcadamente influenciado por el comic book americano de toda la vida. Sin embargo, creo que responde a una decisión altamente meditada, porque refuerza lo mejor que el artista tiene, esto es; el uso tan delicado que hace de los grises en cada una de sus composiciones.  No es, en modo alguno, su única baza gráfica  pero, de lejos, es lo que más me seduce de sus dibujos (daos una vuelta por su facebook y veréis de lo que es capaz).

Por otra parte, el blanco y negro te transporta de forma inconsciente a las obras de referencia anteriormente citadas, predisponiendo al lector a sumergirse de lleno en la historia, un thriller futurista centrado en las implicaciones éticas derivadas de crear droides “más humanos que los humanos”; como rezaba el lema de la Tyrell Corporation.  

Acción, conspiraciones, sueños robóticos, situaciones cómicas introducidas en los momentos adecuados para relajar la tensión de la caza a una  fugitiva con información para transformar un mundo dominado por las corporaciones tecnológicas, que sólo quiere encontrar su lugar en un mundo que no entiende.
En definitiva, d. Fernando, espero ansioso el segundo tomo de esta maravillosa historia que, a base de talento y trabajo duro, ha logrado usted sacar adelante para deleite de los afortunados que hemos comprado su cómic. Un producto de altísima calidad; no esperaba menos del chico listo de la clase.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Una Deuda de Gratitud.



El pasado 12 de noviembre nos dejaba el hombre que mejor representara a lo largo de su historia los valores de la compañía Marvel Comics. Stanley Martin Lieber era la personalidad secreta de Stan Lee, un “cuentacuentos” que, con sus palabras, estimularía  de forma apasionante la imaginación de millones de niños, entre los que yo me encontraba.

Los tebeos siempre me encantaron, especialmente los de superhéroes. Los primeros que cayeron en mis manos fueron los de la distinguida competencia; protagonizados por  Superman, Batman o la Liga de la Justicia, en su minúscula edición mexicana y que, hoy en día, aún padezco las  secuelas psíquicas de sus singulares traducciones.

 Sin embargo, no tardarían mucho en aparecer por mi infancia las maravillosas creaciones de Stan Lee. Spiderman, Los Cuatro Fantásticos, Hulk (por entonces conocido como La Masa), Los Vengadores… y tantos y tantos otros que llenaron de sueños e ilusión la infancia de un niño de pueblo. 

A pesar de lo que algunos medios mal informados han sostenido durante estos días, el concepto de “superhéroe” no  puede atribuirse al portentoso talento creativo de Stan Lee. Pero, si le añadimos un  pequeño adjetivo,  y lo convertimos en el de “superhéroe vulnerable” , entonces ya es otro cantar. 

Hasta entonces, los superhéroes habían sido poco más o menos que dioses(en algunos casos, literalmente) infiltrados en el mundo de los hombres, interesados en mantener la paz, la justicia y el orden de una sociedad en la que vivían, siempre, paradójicamente, adoptando métodos al margen de la ley establecida. Vulnerar la ley para mantener la ley.

 Stan Lee nos acercó esos personajes en sus obras, mostrándolos afligidos y a veces desesperanzados,  ante realidades cotidianas muy cercanas a las del lector, como por ejemplo el  no ser capaces de expresar tus verdaderos sentimientos a una chica que te gusta, no poder pagar el alquiler de tu vivienda o sufrir la impotencia que supone contemplar  el mal estado de salud de un familiar  muy querido .

 En ese momento, los lectores pasamos de admirar a los héroes a empatizar con ellos. Ésta fue sin duda la gran contribución de Stan Lee.

Su carrera, como la de casi cualquier autor, alternó periodos de brillantez y periodos de desprestigio. Cierto es que contó en su trabajo con la ayuda inestimable de talentos como los de Jack Kirby, Steve Ditko o John Romita Sr, por citar sólo a tres de los dibujantes, y en muchas ocasiones coargumentistas, que lo acompañaron y que contribuyeron a forjar la leyenda de Marvel Comics.

 Algunas de sus decisiones editoriales también fueron vistas con desagrado por compañeros de profesión y público en general, pero unas y otrascondujeron a la realidad de la compañía, tal y como hoy la conocemos. Las películas han dotado en los últimos años de un nuevo sentido a la producción de comic books, hasta el punto de que numerosos artistas ya plantean sus historias con   enfoques televisivos o cinematográficos, que es ahí donde está el dinero.

Aunque en la actualidad lo agradezco, esto quedaba muy lejos del niño que fui y que se ilusionó disfrutando con sus héroes que conseguían desvaratar una y otra vez  los planes del Dr. Muerte, Magneto o Cráneo Rojo.

Uno de los textos de apoyo que aparecen en Fantastic Four #1 reza: “Así nacieron los Cuatro Fantásticos, y el mundo ya no volvió a ser el mismo”. Así reza y, por lo menos el mío, nunca lo volvió a ser.

sábado, 20 de octubre de 2018

El Talento por Descubrir.


En mi ya larga vida como fan del comic he tenido la suerte de conocer a muchos y buenos autores que, además, también han resultado ser muy buenas personas. Desde que alcancé la madurez, me he considerado afortunado de poder vivir todo lo que he vivido, llegando a cumplir muchos de los sueños que tenía desde niño como aficionado y como pseudoprofesional. Lo que parecían metas inalcanzables (conocer a grandes talentos del mundo de la historieta como George Pérez, José Luis García-López, Neal Adams o FranK Miller por citar algunos) son experiencias que puedo decir que he vivido, y que han llegado a ser tan gratificantes como había imaginado.

Muchas han sido las personas de este mundillo con las que he tratado, personas que, hoy por hoy, han alcanzado el estrellato y el beneplácito tanto del gran público como de la crítica.

Curiosamente, y habiendo colmado la mayor parte de mis expectativas artísticas de aficionado, en esta fase de mi vida,  estoy disfrutando mucho más con el conocimiento de lo que podríamos llamar “nuevos talentos emergentes”. Con este término no me refiero únicamente a aquellos autores que están empezando su carrera ahora y que, como en todo comienzo, se aferran con ilusión y trabajo a esta profesión. También incluyo a aquéllos que, a pesar de llevar toda una vida en esto y no faltándoles talento, no han conseguido aún su merecido reconocimiento.

Dibujantes como Fran Carmona, Ismael Canales, Adrián Gutiérrez y guionistas como Santiago Girón o Alfonso Bueno, tienen que tratar, día tras día, con la aparente indiferencia del mercado pese a derrochar talento en cada uno de sus trabajos. A mí, no me cabe la menor dudo que ese ansiado reconocimiento acabará por llegar porque lo fundamental, que es el trabajo duro y las condiciones artísticas para lograrlo, están presentes en todos ellos. Lo único que me preocupa es como estos mismos autores, como seres humanos que son, a veces se dejan llevar por el desánimo y el pesimismo. Es ahí donde los aficionados, y especialmente los aficionados que además somos amigos, podemos prestar un buen servicio.

Este fin de semana, puedes hacer lo propio con un pequeño grupo de ellos. Si tienes tiempo y posibilidades, pásate por el salón del cómic de El Ejido y muéstrales tu cariño por su obra. Seguro que te lo agradecerán.

domingo, 2 de septiembre de 2018

JOE SHUSTER: UNA HISTORIA A LA SOMBRA DE SUPERMAN.





Hay pocos personajes tan icónicos en el mundo del cómic como Superman.Kal-El, el último hijo de Krypton, cuyo nombre en hebreo significa "La Vos de Dios", se constituyó prácticamente desde su inicio como una ingente fuente de ingresos, que poco o nada tenía que ver con "la verdad, la justicia y el estilo de vida americano".


En esta hermosísima novela gráfica, en la que llama la atención la escasez de la línea en negro, Julian Voloj y Thomas Campi nos relatan los entresijos del nacimiento, publicación y difusión de las historias del Hombre de Acero, y de cómo acabaron convirtiéndose en un muy mal negocio para sus creadores, los hoy por todos conocidos Jerry Siegel y Joe Shuster.

Contada desde el punto de vista de su dibujante original, el cómic hace un amplio recorrido por el funcionamiento de la industria durante 40 años; así como de la lucha mentenidad por los derechos de sus creaciones. Desde la aparición del número 1 de "Action Comics" hasta el estreno de "Superman, The Movie" del director Richard Donner y el siempre añorado Christopher Reeve, Jerry y Joe tuvieron que vérselas con diversas situaciones que dejarían en ridículo el mejor de los planes de conquista ideado por Lex Luthor. Una historia imprescindible si te consideras un auténtico fan de Superman.



domingo, 6 de agosto de 2017

El Trabajo Bien Hecho


Demasiado hace que no me dejo caer por estos lares. Demasiadas ocupaciones y quebraderos de cabeza que me han hecho descuidar en exceso mi pequeño rinconcito de Internet.

Si he decidido volver a escribir en él es porque, recientemente, compartí una cerveza y algún que otro rato sin alcohol con Jorge Jiménez, actual dibujante de Super Sons y Superman; miembro del "super team" de la editorial DC Comics. Como en anteriores ocasiones en las que hemos coincidido, al igual que su compañero el colorista Alejandro Sánchez, Jorge se muestra accesible y amable con los fans y, durante dos horas y cuarto, dedicaron sus últimos trabajos aparecidos en España, regalando dibujos,haciéndose fotos y compartiendo risas.

Fue muy agradable comprobar, una vez leído el número 1 de Super Sons que, lejos de acomodarse, Jorge sigue poniendo las tripas en cada una de las páginas que realiza. Continúa afianzándose en su estilo meticuloso en aspectos que otros dibujantes consideran menores, como  los lugares en que se desarrolla la escena o,esto me ha gustado especialmente , el tratamiento de los "figurantes" que aparecen en  viñetas donde puede verse cómo  tienen sus propios intereses, no están allí porque sí; forman parte de la historia aunque no sean el objeto de la misma (véase, por ejemplo,  la escena del autobús escolar). 

Alejandro Sánchez consigue lo que se espera de un buen colorista, esto es, que su color mejore el dibujo, y Peter J.Tomasi, guionista de la colección, ya nos deja entrever una idea interesante a desarrollar durante toda la serie, a saber; lo que un "niño malo" (Damian) puede llegar a conseguir de un "niño bueno" (Jon).

Doscientos ejemplares del número 1 vendidos en menos de hora y media en la librería donde tuvieron lugar las firmas (yo me llevé los tres últimos).  Y eso sin contar los que los fans ya traíamos de casa y los que allí mismo se vendieron del número 8 de Superman; el más reciente trabajo publicado en España del mismo equipo creativo.

Una reacción espectacular en las redes sociales qu viene a demostrar que la honestidad en el trabajo siempre se valora. A estos chicos no va a haber forma humana de pararlos. Ni superhumana.