sábado, 4 de enero de 2014

Furia: Mis Guerras Perdidas.


Ayer leí el segundo tomo (de dos) de esta espectacular miniserie.

Es difícil que muestre objetividad  cuando quien escribe la historia es el Sr. Ennis. Reconozco que,en general, tiene sus altibajos narrativos, que abusa de ciertos recursos y que a veces "se le va la pinza" con la violencia, en esta ocasión estamos frente a una de esas historias en las que el guionista te enseña su mejor cara. Y cuando Garth Ennis te enseña su mejor cara, es hora de decir aquello de: "Admítelo, tigre. Te ha tocado la lotería".


Cuando se trata de  un relato bélico, el irlandés hace gala de sus conocimientos sobre la Segunda Guerra Mundial, que traslada magistralmente y con crudeza al conflicto en el que se centre la historia.  La barbarie y el sinsentido, a veces queda enmascarada por la épica, no en esta ocasión en la que nos muestra como detrás de cada atrocidad subyacen solo intereses políticos que suelen tener que ver con la avaricia de los hombres.

Utiliza el papel del enemigo, en mi opinión, para mostrar ciertas ideas  impopulares en  los USA sobre los motivos que hicieron estallar estas guerras y explicar como el papel del soldado americano ha pasado   de ser el de "salvador de todos" en la Segunda Guerra Mundial al de  "violador y carnicero".

A pesar de todo, intenta enseñarnos algo bueno, a saber, que en estas situaciones se crean fuertes lazos afectivos  entre compañeros de armas.

En la parte gráfica, Goran Parlov se confirma como uno de los grandes talentos de este mundillo. Ya no por la elección de los encuadres, o el ritmo narrativo, que es excelente sino, si me permitís la pedantería, por el uso tan refinado de la expresividad facial. Por lo que a mi respecta, se ha convertido en un referente obligado de aprendizaje en esto del arte secuencial.

En definitiva, se trata de una historia digna de engrosar nuestras colecciones. Luego no digas que no te avisé, ¿eh?


miércoles, 1 de enero de 2014

Expocómic 2013:Paz a los Hombres de Buena Voluntad.

Terminemos el año con un merecido reconocimiento a aquéllos que no olvidan de dónde vienen y no se dejan obnubilar por las mieles del éxito y el reconocimiento. Que son capaces de dedicarte un poco de su tiempo y su atención.Dedicarte unas palabras amables, interesándose por tu vida y que con lo que ellos entienden un pequeño detalle, como puede ser un dibujo o una firma de uno de sus cómics, llenan de alegría algunos instantes de nuestra vida.


Que en lugar de cumplir estrictamente con el horario convenido con la organización, te regalan  su esfuerzo y te emplazan  para otro momento, y así no te vayas con las manos vacías tras una larga espera en la cola.

O que te firman láminas un poco "irregulares" de sus obras porque saben que es cierto que vas a regalar la mayoría a tus amigos. Y alguno incluso te dice que la próxima vez te trae él una impresa a alta resolución...


Y hablas con ellos y te presentan a sus amigos, y sientes que tu mundo se ha hecho un poco más grande y rico, y reciben, también, ese pequeño detalle que tú te has molestado en traerles (aunque en modo alguno es molestia).

O los que dedican su tiempo a ayudar in situ a organizaciones HUMANITARIAS como Oxfam con sus proyectos en Centroamérica, dando lo más valioso que tienen; su tiempo y sus vidas de forma totalmente altruista.


 






















Y los que intentan contar lo que pasa allí con rigor, independencia y humor, agarrados a una "alcahofa".

Y los amigos, y los hermanos, biológicos o no, que se desviven por ti como tú por ellos. 


Y tantos y tantos que no conoces pero que están ahí con los que te cruzas y que, como poco, sabes que compartes con ellos una pasión.

Y a ti, que dedicas tu tiempo a leer lo que se me pasa por la cabeza y sale por mis dedos, a pesar de no hacerlo con suficiente regularidad.

Porque la verdad, lo auténtico es que todo esto no  va de tebeos. Va de personas de buenos sentimientos que se reúnen   con la excusa de compartir una afición.