viernes, 27 de septiembre de 2013

James O'Barr (XVIII Jornadas Internacionales del Cómic de la Villa de Avilés)


El Cuervo ha sido, es y será un personaje clave en la iconografía popular en muchos aspectos. Sabéis que toda la estética relacionada con él, las películas,  la serie... arranca con la publicación del cómic. Una publicación que no estuvo exenta  de problemas en sus inicios y que, según nos contó su creador, casi tuvo lugar por pura casualidad.

James O'Barr explicaba como en el proceso de impresión se utilizaban unas enormes "sábanas" de papel que se plegaban y grapaban una vez impresas. Estos enormes pliegos de papel, requerían de un número preciso de páginas/comics que incluir en su extensión por lo que, a pesar de que el editor no veía muy clara la publicación de la serie, se decidió a incluirla en una de estas planchas para abaratar los costes de producción.

Y gracias a esa casualidad, hoy podemos disfrutar de una obra que, aunque conocida para una gran parte de los aficionados al noveno arte, he de reconocer que no había leído. Ese error ya ha sido gratamente subsanado.

No obstante, esta información fue casi anecdótica en una charla en la que O'Barr acabó reconociendo que El Cuervo fue algo que surgió como catarsis ante una serie de desafortunadas experiencias vitales que tuvo la mala fortuna de padecer.El relato de las mismas ponía los pelos de punta.

 Sus recuerdos de la infancia comienzan en un orfanato de la ciudad de Detroit, en el que resultaba ser el único niño blanco. Los demás lo marginaban y, viéndose abocado a realizar algo en soledad para ocupar el gran vacío que por aquel entonces era su vida, descubrió el dibujo. Como tantos autores, James O'Barr es púramente autodidacta.

Pasó el tiempo, y acabó dando con sus huesos en un hogar de acogida en el que alcanzó la adolescencia momentoe en el que, paradójicamente, parecieron  terninar sus días grises.

Encontró a Bethany ,de la que se enamoró perdidamente como solo se enamora uno con esa edad. Tres largos cortos años de felicidad, en los que James consiguió experimentar todo lo mejor que puede ofrecerte la vida.

Pero, la felicidad nunca les dura mucho a los autores malditos. Porque un mal día en que, por una serie de circunstancias que no voy a reproducir aquí, James le pidió a Bethany que, por favor, recogiese su coche de donde lo había dejado. En el camino, un conductor borracho la atropelló fatalmente.O'Barr tenía diecisiete años entonces.

No entendiendo nada de lo que ocurría en su vida, furioso con Dios y con los hombres en un primer momento (el conductor, aunque fue condenado, a los seis meses salió de la cárcel), cayó en un estado en el que, según describía "no buscaba la muerte pero tampoco me hubiese importado encontrarla". Pasado un tiempo, en el que trabajó como mecánico, y resuelto a abandonar la ciudad para no volverse loco, decidió alistarse en los marines.

De esta época poco contó. Solo, en mitad de aquel silencio tenso en el que todos escuchábamos con suma atención y respeto, O'Barr mostró el anillo de compromiso que había comprado para Bethany, y que siempre llevaba  junto a las placas identificativas del cuerpo de marines. Según explicó después, para no olvidar lninguna de estas vivencias.

Mientras, como viene siendo habitual en las charlas, a su espalda se proyectaban diferentes páginas de su obra. Al volverse y contemplar la que aparecía en ese momento (un cadáver con un tiro en la cabeza sobre un charco de sangre) hizo un pequeño inciso y añadió: "Os aseguró que yo, habitualmente, soy un tipo divertido".

Aún quedaba otra pequeña "perla" que el destino le tenía reservada. En el rodaje de la primera película basada en su personaje, se hizó muy  amigo del protagonista, Brandon Lee que, como sabemos, acabó muriendo accidentado en el rodaje. También se culpó de esa muerte.

Y aunque podríamos seguir contando todo lo que allí se dijo sobre las pasadas y futuras adaptaciones cinematográficas de su obra, pienso que ha llegado el momento de concluir.

Lo primero y aunque visto lo visto, resulte anecdótico,  es la primera vez en mi vida que he abandonado una charla a la mitad, movido por el irrefrenable impulso de comprar la obra de un autor. Con la experiencia vital relatada, tenía que tratarse de una obra excelente sí o sí. Por supuesto, cinco minutos después, ya había regresado a la sala.

Dos, y aquí viene lo realmente importante. James O'Barr compartió con todos los asistentes una gran  enseñanza  que le ha permitido rehacer su vida: "Los buenos momentos que se te brindan, hay que saber reconocerlos en el instante en que se producen para exprimirlos al máximo. No podemos permitir que tengan que pasar los años antes de tomar plena consciencia de ellos".

El Cuervo es una historia escrita y dibujada desde el dolor y la tristeza.Gracias por compartirla con nosotros y buena suerte, James O'Barr.







miércoles, 25 de septiembre de 2013

El Desayuno (XVIII Jornadas Internacionales del Cómic de la Villa de Avilés).




Otra nueva experiencia. 

Este año el Luzana, lugar habitual de hospedaje de los autores invitados a las Jornadas, se encontraba cerrado por reformas. Esto, obligó a la organización a reubicarlos en otro hotel, con lo que, ¡oh sorpresa!, me encontré sin comerlo ni beberlo por primera vez tras cuatro años de visita a  Avilés, alojado con ellos en el Silken Villa de Avilés.

 La convivencia, a la fuerza, resultaría más estrecha. Iba a encontrármelos en el ascensor, los pasillos,… situaciones que, para un frikardo como yo, constituyen ya de por sí un valor añadido.
Así que, nuevamente el destino me puso en conjunción con los astros. Nunca había tenido el desayuno incluido en la reserva,, pero la oferta que encontré lo incluía.

Me levanté el viernes por la mañana dispuesto a disfrutar del mismo (buenísimo, por cierto) y entonces ocurrió.Uno de los autores allí presentes se me acercó muy educadamente y me pregunto si estaba libre el asiento situado frente a mí. Amablemente, le dije que sí y me presenté:
 
-"Jesús".
-"Giuseppe"-me contestó.

Y aunque ya tenía bastante información sobre él (autor, italiano, había mirado previamente la lista de invitados a las Jornadas,…) por extraño que os parezca, no tenía ni pajolera idea de quién se trataba.

Empezamos a hablar. Comentamos lo especial que resulta Avilés en el mapa comiquero de este país, así se lo habían comentado a él por otra parte, hablamos de nuestros gustos personales en lo que a narrativa gráfica se refiere y a raíz de esto, le pregunté por su trabajo de la manera más correcta que se me ocurrió.

-“Pues yo, trabajo en las series de Spiderman”-dijo.


E intentando disimular la vergüenza por mi ignorancia, entonces caí en la cuenta de que estaba desayunando con Giuseppe Camuncoli. Afortunadamente, se me suele dar bien el mentir como un bellaco en estas situaciones y hacer ver que ya me había dado cuenta de quién era, así que seguí tratándolo con la naturalidad hasta ahora exhibida y continuamos con la charla.

 

En el móvil llevaba los dos primeros números  de “The Private Eye”, y aproveché para mostrarle el primero y hablarle de mi admiradísimo Marcos Martín. Giuseppe se mostró muy interesado en su trabajo y en la historia que le relaté sobre la política de precios que habían adoptado en el Panel Sindycate. Le ofrecí ver el segundo número, oferta que aceptó con gran interés, pero el puñetero móvil me dejó tirado, por lo que lo pospusimos para otro momento. Terminamos el desayuno. 

Por supuesto, le hice saber cuánto admiraba también lo que él y Dan Slott, entre otros, estaban haciendo con la serie de Spiderman, pese a no estar muy convencido en un primer momento cuando empezaron a aparecer los primeros rumores en internet y, en particular, a pesar de lo horroroso que me pareció el título de la nueva colección. Coincidió conmigo al respecto.






Y así termino aquella primera mañana. Lo que, en principio iba a tratarse tan solo de una toma de fuerzas para el resto del día, se convirtió en uno de los recuerdos más bonitos de estas Jornadas. Después coincidimos en otros momentos y lugares pero eso sí, a horas en las que la nocturnidad y el alcohol prohíben la asistencia del público infantil (que tampoco es que hubiera mucho, dicho sea de paso).



lunes, 23 de septiembre de 2013

El Ambiente (XVIII Jornadas Internacionales del Cómic de la Villa de Avilés).






Y otro añito más. De nuevo, del  jueves 12 al domingo 15 de septiembre, pude volver a comulgar con la mística de las mejores jornadas del cómic que se celebran en este país. 



Saludar a la organización, a la que aprovecho para felicitar desde aquí por la mayoría de edad de las jornadas y el éxito alcanzado, disfrutar cada una de las charlas, exposiciones y demás actividades…placeres que, ya por cuarta vez, y gracias a la comprensión de mis jefes tengo el lujo de poder degustar.



 

El reencuentro con los amigos, ya transformados en auténticos hermanos del corazón y, por supuesto, las conversaciones con los autores invitados o no, han vuelto a hacer las delicias de este humilde blogger al que tenéis a bien dedicarle un poco de vuestro tiempo y atención.



Este año no tuvimos el privilegio de contar con la habitual carpa (los dichosos recortes), aunque pudimos sustituirla por otros antros de mal vivir y buen beber en los que se desarrollaron actividades tan novedosas como la “Batalla de Dibujantes” entre los equipos de Zander Comics y Los Invitados a las Jornadas, que acabó convirtiéndose en el evento más popular. En unos de estos antros pudimos a saludar a Patri con lo que la ausencia fue un poco más llevadera.


 



















Pero, ¿qué ocurrió en ese evento que acabo de mencionaros? ¿Cómo se desarrolló? ¿Tanto puede dar de sí una competición donde las únicas herramientas a tu disposición son una hoja tamaño familiar y un burdo rotulador negro o azul? Lo mejor será que os lo resuma su flamante campeón y recién incorporado a la plantilla de agentes de SHIELD, Norberto Fernández. Con tu permiso, Master, reproduzco tus palabras y ese descomunal dibujo homenaje a los que vivimos aquella noche.

 
Este año lo de Avilés ha sido de traca...tras un riguroso entrenamiento a base de ingerir fabada y cachopo he llegado a la cumbre de mi carrera deportiva. Gracias y un aplauso a los muchachos de Zander comics por ser incomparables rivales...la cosa estuvo muy igualada. Este dibujete va dedicado a todos los allí presentes, pero sobre todo a los amigos y amigas del alma que hicisteis que me sintiera un puto Mohamed Ali en una noche legendaria”.



Como siempre, todo un lujo.

jueves, 5 de septiembre de 2013

"Si no podemos salvar la Tierra...entonces la vengaremos".


Se acerca el día. Estoy como mi niña de siete años esperando sus vacaciones. Pasa todo el curso pensando en cada una de las cosas que va a hacer, desde que se levante hasta que se acueste.Establece de forma pormenorizada el horario de actividades lúdico-festivas del verano y aprovecha el día como si no fuese a haber un mañana. Lo espera con ilusión. Así que resulta agradable descubrir, salvando las distancias,,  que uno todavía conserva algo de ese sentimiento tan infantil como reconfortante. 

Comics, amigos, exposiciones,... buena gente en un entorno idílico para los amantes del noveno arte. Avilés es, por naturaleza, acogedora.

En el siguiente enlace podréis encontrar el programa de actividades de estas jornadas. Faltan las proyecciones, pero seguro que el amigo Abraham lo soluciona en breve.
http://desdemimundo.blogspot.com.es/2013/09/xviii-jornadas-del-comic-de-aviles-08_4.html

Si eres de esos aficionados que no conocen todavía las bondades de este evento, mis condolencias. La dedicación y profesionalidad de sus organizadores, desde sus máximos responsables hasta el último de los voluntarios que participan en ellas, es encomiable y digna de todo elogio.

Si eres de ésos que como yo ya has estado alguna vez, enhorabuena. Y si además vas a tener la suerte de acudir otra vez este mismo año, amigo, seguro que coincidimos.Pero eso sí, ándate con cuidado, porque un grupo de aventureros llegados de todos sitios, prepara la defensa planetaria de las hordas de  "búfalos" que deambulan a sus anchas por las calles de Avilés.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La Galería del Aprendiz (IV)

"Cuando hayas hecho diez mil dibujos, serás mejor dibujante que cuando hayas hecho quinientos" (Adam Huges).