Terminemos el año con un merecido reconocimiento a aquéllos que no olvidan de dónde vienen y no se dejan obnubilar por las mieles del éxito y el reconocimiento. Que son capaces de dedicarte un poco de su tiempo y su atención.Dedicarte unas palabras amables, interesándose por tu vida y que con lo que ellos entienden un pequeño detalle, como puede ser un dibujo o una firma de uno de sus cómics, llenan de alegría algunos instantes de nuestra vida.
Que en lugar de cumplir estrictamente con el horario convenido con la organización, te regalan su esfuerzo y te emplazan para otro momento, y así no te vayas con las manos vacías tras una larga espera en la cola.
O que te firman láminas un poco "irregulares" de sus obras porque saben que es cierto que vas a regalar la mayoría a tus amigos. Y alguno incluso te dice que la próxima vez te trae él una impresa a alta resolución...
Y hablas con ellos y te presentan a sus amigos, y sientes que tu mundo se ha hecho un poco más grande y rico, y reciben, también, ese pequeño detalle que tú te has molestado en traerles (aunque en modo alguno es molestia).
O los que dedican su tiempo a ayudar in situ a organizaciones HUMANITARIAS como Oxfam con sus proyectos en Centroamérica, dando lo más valioso que tienen; su tiempo y sus vidas de forma totalmente altruista.
Y los que intentan contar lo que pasa allí con rigor, independencia y humor, agarrados a una "alcahofa".
Y los amigos, y los hermanos, biológicos o no, que se desviven por ti como tú por ellos.
Y tantos y tantos que no conoces pero que están ahí con los que te cruzas y que, como poco, sabes que compartes con ellos una pasión.
Y a ti, que dedicas tu tiempo a leer lo que se me pasa por la cabeza y sale por mis dedos, a pesar de no hacerlo con suficiente regularidad.
Porque la verdad, lo auténtico es que todo esto no va de tebeos. Va de personas de buenos sentimientos que se reúnen con la excusa de compartir una afición.
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