Decir esto a toro pasado es bien fácil, pero el premio Eisner al mejor dibujante o equipo de dibujante y entintador estaba cantado. Ya no digo tanto el de mejor portadista, porque ahí la competencia parecía un poco más dura... El caso es que, a poco que eches un vistazo a su Ojo de Halcón, obra por la que fue nominado, te das cuenta de la potencia narrativa de su dibujo. Encontrar hoy en día algo similar resulta bastante difícil, aunque no imposible dado que otro español, Marcos Martín hace tan sencillo como éste o más el difícil arte de contar una historia mediante imágenes fijas.
No se trata de establecer cuál es mejor, para gustos colores, sino más bien poner de manifiesto una verdad "incómoda" para los sectores más ultraconservadores del cómic americano de superhéroes, a saber, nuestro querido país, aún herido y maltrecho, posee los mejores dibujantes del mundo.
¿Que exagero? Ni un ápice. Ya sé que pueden venirte a la cabeza un montón de nombres como los de Jim Lee, Neal Adams o el mismísimoGeorge Pérez. Pero en términos exclusivamente narrativos, que es de lo que va todo esto, no creo que ninguno llegue a hacerle sombra a nuestros chicos. Y perdónenme todos aquéllos que no nombro aquí y ahora, como Juanjo Guarnido, por ejemplo, ganador este año de otro Eisner; es simplemente que no caben.
Una vez más, como ocurriera en el siglo de oro, la historia se repite. Parece que ante una situación de crisis económica y de ideales, de nuestros artistas son capaces de sacar lo mejor que llevan dentro. Estoy seguro de que en otros campos está ocurriendo exactamente lo mismo que con el cómic; pero eso lo dejo a los entendidos. Yo solo quiero dejar constancia de lo que creo está sucediendo en este medio que tanto nos gusta a ti y a mí.
Y nada más. No quería dejar pasar la oportunidad, aunque algo tardía, de darle la enhorabuena a David Aja, este monstruo que, como tantos otros de los que conocemos, merecen de vez en cuando el reconocimiento de su labor y, desde luego, mi sincero respeto y profunda admiración.
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