Allí donde mirara, encontraba guionistas y dibujantes; viejas glorias y jóvenes promesas. Y al poco, llegó la representación municipal encabezada por la alcaldesa Dª. Pilar Varela Díaz. Ángel de la Calle hizo las veces de maestro de ceremonias y fue presentando uno por uno a todos los que allí nos habíamos congregado. La verdad es que, mientras veía como se acercaba la alcaldesa a saludarme, me dio un poco de apuro, pero ahí estaba el aludido anteriormente para presentarme como "representante de los aficionados que han acudido a las Jornadas".
Y así fue como sucedió. Pude presenciar in situ (esto no va por ti Julián) el discurso de agradecimiento y reconocimiento a la labor de tanto talento allí presente. Fue bastante bonito escuchar como se ensalzaban cualidades y valores a los que rara vez se les dedica tan siquiera un pensamiento. La creatividad, imaginación,o el happy end fueron los términos que más llamarón mi atención en el discurso; la inevitable crisis económica fue mencionada.
Total, todo un lujo. Una experiencia más que poco imaginaba poder vivir y que, por supuesto, solo podía haber experimentado en ese mundo de ensueño que es Avilés en sus Jornadas del Cómic.
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