Aunque aún me queda un par de cosas que decir sobre lo ocurrido en Granada en sus Jornadas, no puedo pasar por alto la pérdida de otro gran talento del mundo del cómic.Carmine Infantino, conocido tanto por sus cualidades artísticas como editoriales, nos dejaba el pasado 4 de abril, a los 87 años de edad.
Yo no tuve la suerte de llegar a conocerlo en persona, pero Diego García Cruz ("El Diego") al que tengo la suerte de llamar amigo y que , entre otras cosas, es el traductor oficial en salones y jornadas del cómic tan prestigiosas como son los de Barcelona y Avilés, sí lo hizo.
En su facebook posteaba estas palabras sobre el artista que, en mi humilde opinión, dan una idea bastante aproximada de la calidad humana del que fuera responsable de buena parte de los años de gloria de DC. Agradezco desde aquí la gentileza de Diego al permitirme reproducirlas (te debo una cerveza).
"El 11 de septiembre de 2011 yo estaba en el aeropuerto de Asturias para recoger a Carmine Infantino, invitado a las Jornadas de Avilés
de aquel año. No sabía muy bien qué esperar de una leyenda viva del
cómic como él y me sorprendió su alegría y vitalidad, lo alto y grande
que era y lo mucho que le gustaba reírse. Al llegar al hall del hotel
desde el aeropuerto un amigo, Joaquin Garcia Marina, vino
corriendo y me preguntó si Carmine se había enterado ya de lo de las
Torres Gemelas. Yo pensé que Joaquín nos tomaba el pelo, que lo de los
aviones contra las torres era una broma, pero cuando el de recepción me
confirmó la noticia, informé como buenamente pude a Carmine y a su
agente y amigo J David Spurlock.
Nos pasamos las siguientes horas pegados a la televisión, rodeados de
otros invitados estadounidenses mientras trataba de hacerles siquiera
una versión reducida en inglés de lo que decían los especiales
informativos en castellano. Varios de los invitados tenían los ojos
llorosos, incluso hubo alguno que no quiso salir de su habitación en el
siguiente par de días... Infantino no. Él vivía a dos manzanas de las
Torres y a pesar de que se notaba que el atentado le había afectado, se
dedicaba a hacer bromas, a decir que se había dejado la ventana de casa
entreabierta y que esperaba que no le hubiera entrado mucho polvo.
Seguramente en algún momento se quejó, o puso mala cara, pero lo que
recuerdo es lo mucho que me impresionó lo tranquilo que parecía. Durante
aquellos días no le faltó una palabra amable o una broma para todo el
que se le acercaba. Hablaba con igual facilidad de arquitectos en cuya
obra se había inspirado para crear algunas de las casas que adornaban
sus viñetas que de la influencia de pintores clásicos en su estilo o
cómo había dibujado, por ejemplo, una de sus historias más conocidas, la
del Flash de Dos Mundos. Infantino había sido durante años uno de
los capitostes de DC Comics, y uno de los dibujantes más conocidos en el
mercado norteamericano, creador de personajes e historias míticas.
Dicen que muchas veces es mejor no conocer a autores cuya obra admiras
porque te llevas un chasco... en este caso guardo en un rincón especial
de mi memoria el recuerdo de Infantino, de las miles de páginas que nos
regaló a todos los lectores de cómic y de la enorme y positiva impresión
que me causó en los días que compartimos con él. Muchas gracias por
todo, Carmine, ha sido un verdadero placer y un honor conocerte."
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