30º Salón Internacional del Cómic de Barcelona: Exposiciones.

Desde hace unos años en Granada, donde pude contemplar las mejores páginas de Mazuchelli en Batman: Año Uno y Daredevil: Born Again, las exposiciones que ofrecen se han convertido en criterio digno de consideración para acudir o no a un Salón.

En esta edición, hemos podido disfrutar de páginas extraordinarias en la historia de un personaje icónico como es Spiderman; de la revolución que han supuesto los New 52, comics y robots, Blacksad, Moebius, Paco Roca,...

Tengo que deciros que, a pesar de haber visitado el Salón durante dos días, la muestra dedicada al "inmortal" Moebius se me escapó. Esto es síntoma inequívoco de dos cosas: una que ya voy teniendo una edad; y otra que la exposición no ocupaba el lugar que se merecía.

Con las exposiciones de Spiderman, New 52 y el cómic procedente de China te topabas; las demás tenías que buscarlas un poquito.

Si tuviste, como yo, la suerte de poder asistir a esta edición, disfrutarías con las páginas de Kirby, Ditko, Romita (¿Cuál? Los dos); Andru... Si no, aquí te dejo una muestra, aunque tú y yo  sabemos que no es lo mismo.

 Aparte de las exposiciones centradas en el cómic superheroico, por el que ya sabes que siento una especial predilección, resultó muy atrayente la de cómic chino. Su indudable calidad a la vista está, pero además no podía por menos que preguntarme: ¿estaremos en los alvores de una nueva invasión del cómic oriental?


Todavía recuerdo aquel número 2 de la revista "Comic Scene" en la que se nos advertía sobre la inminente llegada del manga japonés. ¿Ocurrirá lo mismo con el cómic chino? ¿Estamos a menos de un suspiro de encontrar las tiendas de comics repletas de este nuevo material?

En cualquier caso, seguro que, de producirse, será para enriquecer artísticamente el 9º Arte en nuestro país porque, que no te quepa la menor duda,  nadie posee la exclusiva sobre cómo se cuenta una buena historia.