Pienso que la historia del cómic
tiene una deuda pendiente con este autor.
Ross Andru fue uno de esos
dibujantes que gozaron de éxito en un momento determinado de su carrera, para
pasar a ser injustamente olvidado por los aficionados y el mundo editorial.
Con talento comparable (siempre en mi opinión)
a los de John Romita Sr. o José Luis García López, nos deleitó en
los setenta con sus mejores trabajos. Destacaría como recuerdo imborrable de mi
infancia, aquellas páginas realizadas para las series de Spiderman, en especial para Peter
Parker, que fueron publicadas en España por Vértice con una calidad que yo, la verdad, echo en falta. Pero si
realmente hay un trabajo que todo aficionado al mundo del cómic (no solo a los
superhéroes) debería conocer es Superman vs. The Amazing Spieder-Man, publicado
en 1976 por las dos grandes compañías norteamericanas que, dejando a un lado
sus rencillas personales, se unieron para
engordar sus ya de por sí bien saneadas cuentas bancarias.
Las espléndidas composiciones de
página y el dinamismo que transmiten sus dibujos hacen que, los lectores de
cierta, edad asociemos el recuerdo de su
trabajo con el bocadillo de pan con chocolate que te daba tu madre a la hora de
la merienda y a aquel aire tan limpio
que respirábamos cuando corríamos por las calles con los amigos. Recuerdos que,
al fin y al cabo, han construido gran parte de las personas que somos hoy.
Donde las dan... |
...las toman. |
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