Veinte años. En ese tiempo, el Salón
Internacional del Cómic de Granada ha albergado artistas tan ilustres como
Joe
Kubert, Howard Chaykin, David Lloyd o
Quino. Ha visto crecer a
otros como
Jesús Merino o
Carlos Pacheco, y dar sus primeros
pero firmes pasos a
Jorge Jiménez, Javier Fernández,...
En definitiva, cuando
hablamos de él, hablamos de un Salón con solera que, tal y como sucede con una
persona, ha tenido buenos y malos momentos y que, desgraciadamente,
va decayendo con la edad.
Me gustaría poder decirte que,
siendo ésta su vigésima edición, la organización tiró la casa por la ventana
para realizar un evento memorable como merece una afición incondicional. Pero dado que te tomas la molestia de
dedicarle a este blog unos minutos de tu tiempo, flaco favor te haría si los
utilizara para engañarte.
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La presencia de autores franceses en el salón motivó un amplió despliegue de guardia civil en el recinto. |
Errores graves de organización ( o
de su falta) siguen manifestándose edición tras edición. En la charla de
IDW Publishing, surgieron varios
porque alguien decidió no dedicarle unos minutos
antes a elegir un visor adecuado para los archivos de imagen que el editor
David
Hedgecock necesitaba en su exposición. Ojalá esto fuese algo puntual, pero
todos los años tenemos algo similar. Y eso se traduce, entre otras cosas, en una menor
presencia de stands, de fans y de editores.
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El maestro Azpiri nos comentó que empezó su carrera profesional tocando el piano. |
En el lado positivo, volvimos a
reencontrarnos los incondicionales del cómic en esa maravilla de ciudad que es
Granada. El hecho de que hubiese menos asistencia, permitió que no tuviéramos
que hacer cola para conseguir
dibujos y
charlar con los autores invitados. He de reconocer que, pese a lo anteriormente
mencionado, disfruté como un enano saludando a
Ricardo Esteban, editor
de
Dibbuks y uno de los máximos
defensores de la publicación de obras nacionales en España; conociendo a
Fernando
Dagnino, el cual me agasajó con un precioso dibujo de
Harvey Dent- Dos Caras; al igual que
Gabriel
Hernández, autor entre otros del dibujo de
El Bosque de los Suicidas o la serie actual de
Magneto para
Marvel.
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Aquí, un amigo. |
Y a otro nivel todavía más
cercano
, Javier Fernández y
Jorge Jiménez, que compartían mesa
de firmas con
Antonio S. Aranda, volvieron a hacerme sentir como uno más de
"la familia" de este extraordinario mundo que constituye el Noveno Arte. Con
conexión en directo incluida con ese pedazo de programa radiofónico que me hace
el honor de incluirme entre sus colaboradores el segundo sábado de cada mes, y que
responde al nombre de
La Parada de los
Monstruos. Gracias a los hados, el éxito de
un Salón del Cómic sigue recayendo en gran
medida en los autores a los que invita y en el público que lo visita, y en esto todavía Granada tiene tiene mucho que ofrecernos. Por otros veinte años más de dibujos, sueños e ilusiones en la ciudad de la Alhambra.
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