viernes, 27 de julio de 2012

Ese Horrible Monstruo Llamado Hulk.


Admirado por unos, denostado por otros, el dr. Banner tuvo que sufrir la chapuza de un mal equipo de seguridad y un diseño experimental realmente malo, que no incluía un botón de abortar. Todo para salvar a un niñato llamado Rick Jones que no tenía otra cosa mejor que hacer para demostrar que  la tenía más grande que colarse en el área de pruebas de un arma de destrucción masiva. 

Éste fue el primer tebeo de superhéroes que leí en color.



Bueno, pues como ya sabéis, el chaval se salvó y el bueno de Bruce tuvo que cascarla el resto de su vida, encima sin poder desahogarse con un par de gritos o un puñetazo en la mesa porque "no nos gustaria verlo enfadado". Que ya me gustaría verlo delante de las noticias en la actual situación en la que nos econtramos., pero en fin...











La Masa, de Herb Trimpe. Para mí la definitiva.
El hecho es que esta historia que todos conocemos fue una de las que han pasado a formar parte del imaginario moderno; el tipo y el monstruo, Jeckyll y Hyde, lo bueno y lo malo. ¿Y esto por qué? Pues porque, en cierta manera, todos llevamos un Hulk dentro que nos da miedo mostrar. La Masa, como a muchos aún nos gusta llamarlo, era una referencia de poder  y a la vez de  incomprensión, porque todo a lo que aspiraba esta criatura era a que lo dejarán en paz. Sabiéndose distinto, buscaba la tranquilidad que solo proporciona la soledad del desierto. Pero ahí también molesta, así que mandemos al  ejército encabezado por "Trueno Ross", porque tal fuerza de la naturaleza no puede campar a sus anchas y, por tanto, debe ser supervisada y controloda por el hombre; en otro claro ejemplo de la humildad que caracteriza a nuestra especie. Pero eso sí. Para aquellos amantes de las buenas maneras a ultranza y lo políticamente correcto, todo bajo la atenta mirada de un psicólogo de contrastado prestigio, que para más inri, comparte fuerza y pelo verde con el monstruo y viste como una estrella del rock barata; para empatizar mejor.


Todo un ejemplo de una buena historia ya que, al igual que en otras que hemos leído o visto en la pantalla, encontramos demasiadas similitudes con la realidad que nos rodea. Aunque tú y yo sabemos que el monstruo es el bueno. Los malos no siempre se muestran con un cuchillo entre los dientes y una pata de palo. Últimamente acostumbran a vestir de Armani.






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