jueves, 7 de junio de 2012

El P#%$ Amo.


Es increíble seguir una colección durante 160 números y constatar como, lejos de verse mermada su calidad por el paso del tiempo, ésta va "in crechendo". Records aparte, el mérito principal de su éxito recae en el guionista, Brian Michael Bendis, que  demuestra colección tras colección, número tras número, que no hay nadie en el panorama actual, y solo unos pocos en el pasado, que sepa escribir una historia de superhéroes como lo hace él.


 Recorriendo sus historias el espectro de calidad que va desde "buenas" a "históricas", es capaz de conjugar en ellas como nadie el planteamiento y planificación de relatos increíbles con, y aquí creo que reside su punto fuerte, unos excelentes diálogos entre personajes sólidamente construidos.








Si alguien no ha leído su Ultimate Spiderman, que sepa que se está perdiendo una de las mejores series que protagonizado nunca el icono por más importante de Marvel. Y es más, lejos de amedrentarse por el hecho de haber conseguido tan alto grado de excelencia, encara la muerte (y ésta entiendo que va a ser una muerte con todas las de la ley) del personaje central, dinamitando a priori el éxito de la serie.


Pero amigo, no nos equivoquemos con el sr. Bendis.Si has leído los primeros números del siguiente volumen de la colección, en el que nos presenta a Miles Morales, observamos que afronta esa realidad como un reto personal, logrando que los lectores seamos capaces de reconocer en este chico la esencia de la personalidad  que hizo grande a Peter Parker: juventud, inexperiencia, integridad y, como no, poder y responsabilidad.


Nos transmite en cada historia la antigua e inocente sensación experimentada en nuestros primeros años como lectores de comics en la que nada estaba vetado y todo podía ocurrir. Esto,  "grosso modo", es lo que ha hecho siempre grande a un cómic. Esto es lo que hizo grande en su momento a Stan Lee.




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